Para Reflexionar

Evangelizar es una de las experiencias más emocionantes y espiritualmente enriquecedoras que puede vivir un cristiano. Al compartir a Cristo con otros, podemos ayudar a cambiar vidas y transformar el mundo, comenzando por los que están cerca de nosotros: nuestra familia, amigos y compañeros. Las oportunidades para evangelizar están siempre presentes, ya que todos los seres humanos tienen una necesidad profunda de conocer a Dios y experimentar Su amor.

RAZÓNES

RAZÓN #1: Los hombres están perdidos sin Cristo.
Lucas 19:10 – “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.”
Sin Cristo, el hombre está perdido en la oscuridad, sin rumbo y sin esperanza. La salvación solo se encuentra en Cristo, quien es la luz que guía al ser humano hacia la verdad y la vida eterna.

RAZÓN #2: Dios desea que todos los hombres sean salvos.
2 Pedro 3:9 – “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”
Dios está trabajando activamente para que cada persona llegue al arrepentimiento y a la salvación. Su paciencia es una manifestación de Su amor y deseo de que todos sean salvos.

RAZÓN #3: El Señor Jesucristo nos ha dado el mandato de ir y testificar.
Mateo 28:18-20 – “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones.”
Mateo 4:19 – “Vengan, síganme, y los haré pescadores de hombres.”
Jesús nos comisionó a ir y predicar el evangelio a todas las naciones, extendiendo Su llamado a cada uno de nosotros para compartir Su mensaje con el mundo.

RAZÓN #4: Es un privilegio y somos Sus embajadores.
Romanos 10:14-15 – “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? Y ¿cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!”
Evangelizar es un privilegio, y Dios nos ha llamado para ser Sus embajadores. Somos los encargados de llevar Su mensaje de esperanza y salvación al mundo.

RAZÓN #5: Somos capacitados por el Espíritu Santo para ser testigos de Cristo.
Hechos 1:8 – “…pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”
El Espíritu Santo nos capacita y da poder para llevar a cabo la obra de evangelismo, fortaleciendo nuestras vidas para cumplir con este mandato divino.

RAZÓN #6: El amor de Cristo nos constriñe (nos impulsa, nos motiva).
2 Corintios 5:14-15 – “Porque el amor de Cristo nos constriñe…”
El amor de Cristo por nosotros es tan grande que nos impulsa a compartir ese amor con los demás. No es nuestra fuerza ni nuestra motivación la que nos mueve, sino el amor incondicional de Cristo que nos llena y nos impulsa a salir al mundo a compartir Su mensaje de salvación.

RAZÓN #7: El testificar nos ayuda a crecer espiritualmente.
Gálatas 6:7 – “…todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.”
El evangelismo no solo tiene un impacto en aquellos a quienes alcanzamos, sino que también nos transforma a nosotros. Al compartir el evangelio, estamos sembrando y cosechando frutos espirituales que nos ayudan a crecer en nuestra fe.

Preguntas para Reflexionar:

  1. ¿Qué versículo te demanda más a evangelizar? ¿Por qué?
    Reflexiona sobre qué versículo de los mencionados resuena más profundamente contigo. ¿Es el llamado de Jesús a hacer discípulos (Mateo 28:18-20) o el amor de Cristo que te impulsa (2 Corintios 5:14)? ¿Por qué ese versículo en particular te desafía a evangelizar?

  2. ¿Cómo el amor de Cristo te constriñe?
    Reflexiona sobre cómo el amor de Cristo te ha impactado personalmente. ¿De qué manera ese amor te impulsa a compartir el mensaje de salvación con los demás? ¿Cómo te motiva a ser testigo de Su gracia y verdad?

  3. ¿Cómo crees que Dios quiere que tú hagas el evangelismo en tu esfera de influencia, en el trabajo y la comunidad?
    Considera tu vida diaria y los lugares donde interactúas con otros, como tu trabajo o tu comunidad. ¿Cómo puedes integrar el evangelismo en tu vida cotidiana? ¿Cómo puedes ser testigo de Cristo en esas esferas sin forzar o presionar, pero mostrando el amor de Dios en tus acciones y palabras?

Reflexión Final:

Evangelizar no es solo un mandato, es una respuesta al amor de Cristo. Es el privilegio de compartir lo que Él ha hecho en nuestras vidas y llevar esperanza a un mundo que necesita conocerle. ¿Estás listo para cumplir con este mandato y ser un embajador del Reino de Dios?

El evangelismo es el reflejo más puro del amor de Cristo en nosotros, llevando esperanza y salvación a un mundo perdido

Evangelizar no es una opción, sino un mandato divino que fluye del amor de Cristo y del poder del Espíritu Santo en nuestras vidas. Cada cristiano tiene la responsabilidad de compartir el mensaje de salvación, no solo en eventos especiales, sino como un estilo de vida diario. Al hacerlo, no solo transformamos las vidas de los demás, sino que también crecemos espiritualmente, cumpliendo así el propósito de Dios para nuestras vidas. Que el amor de Cristo nos impulse a ser testigos fieles, llevando Su luz a todos los rincones de la tierra.

Todo lider es discipulador

El tiempo invertido, la paciencia y el discernimiento que viene de Dios son necesarios para movilizar a la gente al campo, pero no solo a